Cómo dignificar la vida en el campo y colocar la República Dominicana a la vanguardia agrícola mundial

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Uncategorized

La mayor riqueza de la humanidad es el conocimiento aplicado para generar bienestar de manera sostenible.  Al igual que el resto del mundo, la población dominicana se beneficia del conocimiento desarrollado externa e internamente, para generar mayor producción y mejorar la calidad de vida en el país.  

Los dominicanos poseen una gran inteligencia individual y colectiva. También se destacan por ser trabajadores muy competitivos, dispuestos a innovar y asumir retos “sabichosos”, versátiles y adaptables a las dramáticas condiciones cambiantes del entorno actual. El conjunto de habilidades de los dominicanos combinado con los recursos naturales y la posición geográfica del país, representa una gran ventaja competitiva para exportar más productos y servicios hacia sus mercados estratégicos.  

Sin embargo, desde hace más de 50 años el país se ha convertido en un importador neto. Es decir, el valor total de los bienes y servicios importados es mayor que el de los bienes y servicios exportados. De acuerdo con tradingeconomics.com, en junio del año pasado la República Dominicana registró un déficit comercial de 664 millones de dólares y promedia un balance negativo de 486 millones de dólares desde 1997 hasta 2019. 

Cuánto y cómo puede producir República Dominicana

En el sector agrícola la República Dominicana importó 1,300 millones de dólares de los EE.UU. (USDA, 2019), que representan alrededor de un 50% de las importaciones agrícolas del país. Más allá de mostrar cuánto se importa desde los EE.UU., estas cifras sirven como referencia acerca de cuánto y cómo puede la República Dominicana producir para:

•  Maximizar la productividad y competitividad agrícola

•  Favorecer la creación de agro empresas y cooperativas

•  Generar mejores empleos

•  Reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los agricultores y familias rurales

•  Agregar valor y favorecer la balanza de pagos y crecimiento del país

A través del logro exitoso de los cinco objetivos anteriores, es posible alcanzar niveles de progreso significativos en los próximos 4 años, con enfoque en la ejecución de proyectos y planes de trabajo específicos en las siguientes áreas:

1.    Eficiencia y honestidad gubernamental

2.    Planificación estratégica y aplicación de innovación tecnológica

3.    Infraestructura y servicios públicos, incluyendo mejora de red de caminos, suministro eficiente de electricidad, agua e internet 

4.    Incentivos a la inversión extranjera

5.   Desarrollo humano, creatividad e innovación

“Eficiencia y honestidad gubernamental para el desarrollo agrícola de República Dominicana”

El primer paso para mejorar la eficiencia y honestidad gubernamental es tomar un rol participativo en la gestión política nacional. Se necesitan ciudadanos comprometidos con los asuntos del país, sacando de su zona de confort a una mayor cantidad de individuos íntegros, capaces y honestos, a efecto de involucrarlos decididamente con un trabajo serio, enfocado en la búsqueda de opciones novedosas que propicien el bienestar del país. De esa manera, la balanza se inclinará en el sentido contrario a “tigueraje”, burocracia, nepotismo y enriquecimiento individual o grupal con fondos públicos. 

Un buen gobierno se logra con ciudadanos conocedores y sensibilizados de la realidad nacional, que eligen mediante el voto a funcionarios con conocimientos, habilidades y destrezas idóneas, que los facultan para cuidar, defender y multiplicar los bienes públicos. Al mismo tiempo, un país próspero y digno se logra con un gobierno eficiente, eficaz y honesto, que toma decisiones precisas y oportunas, respeta a los habitantes, hace cumplir las leyes y cuida del bienestar de la ciudadanía entera.

La meta es cero burocracia y total transparencia con marcos legales que eliminan costos adicionales y demoras en los procesos administrativos. Los trámites ante dependencias estatales serán optimizados mediante disciplina en el trabajo y el uso de sistemas o aplicaciones informáticas de última generación, portales digitales de acceso virtual vía internet. Las “botellas” serán eliminadas. 

A través de distintas modalidades de actualización de conocimientos (presenciales y virtuales) cada empleado dispuesto al cambio obtendrá  la oportunidad de capacitación para cumplir adecuadamente con su función y agregar valor. Los salarios de los servidores públicos serán revisados y ajustados de acuerdo con la descripción de los cargos. Se implementará un sistema de definición de objetivos y resultados específicos para cada empleado, de forma similar a lo usado por empresas exitosas en alcance de metas y desarrollo humano. Habrá evaluación del desempeño con reconocimientos y premios a los funcionarios públicos con mayor dedicación, dispuestos a avanzar la milla extra. 

Los valores de integridad, responsabilidad, excelencia y honestidad deben prevalecer sobre la corrupción y la negligencia. La prevención de la corrupción y otros comportamientos no deseables se logrará con la ejecución de leyes estrictas y un sistema de inspección llevado a cabo con auditores independientes. La mejoría en la eficiencia se alcanzará con reformas en la estructura de las instituciones públicas y selección de profesionales con formación sólida, responsables y capaces.  El cumplimiento de estándares de certificación internacional, en los profesionales que ocupen cargos de decisión de alto mando, será un mecanismo para asegurar la excelencia en los procesos. 

Se eliminarán las trabas en tramitología administrativa en las dependencias del Estado y habrá pleno apoyo gubernamental a la introducción y adopción de tecnologías agrícolas de última generación, que permitan mejorar la productividad, simplificar los procesos productivos y el nivel competitivo con cultivos de alto valor.

La gestión pública será caracterizada por la capacidad de gestionar la implementación de cambios y diferencias políticas sin interrupciones en los servicios gubernamentales y proyectos que benefician la sociedad.

Planificación estratégica y aplicación de innovación tecnológica en la República Dominicana

Definir la estrategia agrícola del país es fundamental, pero no es suficiente para transformar de modo significativo la agricultura dominicana actual. Además de un plano estratégico robusto que defina qué, cómo y cuándo producir. Se requiere de ejecución efectiva de las acciones determinantes. 

Un excelente plan estratégico engavetado, o no llevado a cabo solo es un ejercicio teórico. La ejecución disciplinada y la realización de los ajustes que sean necesarios sin demoras para lograr los objetivos estratégicos en los plazos determinados es lo que hará la diferencia para alcanzar las metas.  La aplicación de herramientas y técnicas propias de la disciplina Administración por proyectos, hará posible el efectivo planeamiento, implementación, seguimiento y cierre de los esfuerzos temporales indispensables para el alcance exitoso de los objetivos. 

La adopción de tecnologías de vanguardia es un componente clave que permitirá aumentar la productividad y mejorar la calidad de las cosechas en la República Dominicana. La visión es transformar el país en un polo de adopción y desarrollo de las tecnologías más avanzadas en el mundo antes del 2030. Algunos ejemplos son la agricultura de precisión, la producción de alimentos en ambiente controlado o la incorporación de prebióticos en bienes agroalimentarios de alto valor agregado.  

La referencia para lograr una producción agrícola más sustentable, competitiva y de mayor contribución a las exportaciones son el Reino de los Países Bajos e Israel. Ambos países han superado grandes desafíos para mejorar su productividad agrícola y ser competitivos.  Estas naciones tienen una superficie de tierra menor que la República Dominicana. Por ejemplo, el Reino de los Países Bajos que posee una área de tierra de 41,543 km2 exportó $92,000 millones de dólares en productos agrícolas en el 2017 (government.nl, 2019).  

Eliminar obstáculos mentales con actitud optimista en los productores dominicanos es una condición necesaria para una notoria transformación de la agricultura en el país. No se acepta el cuento de que somos diferentes, chiquitos, y que no tenemos capacidad y potencial para alcanzar el cambio radical que coloque al país a la vanguardia agrícola mundial. 

Entre las tecnologías que serán adoptadas para acelerar el desarrollo agrícola y aprovechar la posición geográfica del país incluyen:

•  Semillas de cultivos de la mayor calidad y potencial productivo

•  Sistema de irrigación por goteo que permiten que los cultivos dispongan de agua solo cuando es requerida y en las cantidades necesarias

•  Sensores inalámbricos para determinar la calidad del suelo, humedad, salinidad, y contenido de nutrimentos a diferentes niveles de profundidad 

•  Uso de imágenes aéreas y  sensores remotos dispuestos en drones, procesamiento de macro datos para tomar decisiones de manejo del cultivo basadas en análisis computarizado de información 

•  Microorganismos simbióticos con los cultivos para producir nitrógeno

•  Sistemas integrados de control de plagas basados en defensivos agrícolas con perfil toxicológico y ambiental favorable

•  Invernaderos de última generación para completo control del ambiente acorde al estado fisiológico del cultivo

•  Uso de alimentos proteicos naturales a base de insectos en ganadería genéticamente seleccionada

La transformación del sector agrícola se llevará a cabo con la participación de profesionales capaces y comprometidos con la creación de un futuro más promisorio para la República Dominicana.

Para apoyar la adopción y desarrollo de tecnologías, se fortalecerán las universidades con recursos provenientes del gobierno y el sector privado de forma que se conjugue el desarrollo científico con el desarrollo comercial y penetración de mercados.  Con alternativas crediticias a manera de una verdadera “banca para el desarrollo”, caracterizada por intereses bajos, plazos flexibles y trámites simples de formalización, el Gobierno desarrollará un estímulo eficaz para la adopción de las novedades productivas.

Infraestructura rural moderna para impulsar la agricultura en la República Dominica

La República Dominicana tiene la gran oportunidad de aprovechar nuevos diseños y tecnologías de construcción más eficientes para crear una infraestructura rural moderna que favorezca el bienestar y estabilidad de los agricultores y sus familias.  El mantenimiento y acondicionamiento de la red de caminos rurales representa mejores condiciones de competitividad para los productores del agro, al facilitar el traslado de insumos y productos hasta las unidades productivas más alejadas del mercado.  

Los nuevos proyectos de infraestructura permitirán acceso continuo a energía eléctrica, internet y agua.  Al mismo tiempo, habrá acceso eficiente a mercados, atracción de inversiones y crecimiento económico.

Con una infraestructura moderna habrá la oportunidad de dinamizar una producción agrícola rentable y reducir el éxodo de familias campesinas hacia las ciudades más pobladas del país. Con las mejoras propuestas tendrá mayor sentido la vida en el campo.

El enfoque es crear una infraestructura moderna a tono con los últimos avances mundiales.  No usaremos tecnologías anticuadas, ineficientes u obsoletas. Daremos un salto a la modernidad para alcanzar niveles de máxima competitividad de forma expedita y a costos competitivos.

Para evitar la corrupción en desarrollo de infraestructura serán  adoptadas las siguientes medidas:

• Compromiso gubernamental para ser transparente a través de todo del proceso de selección, contratación y seguimiento a las obras

• Revisión y ajuste de procesos en los diferentes departamentos gubernamentales

• Implementación de sistemas informáticos de acceso universal para los proveedores y partes interesadas en la contratación administrativa actual

• Revisión y auditoría independiente con informes públicos antes de proceder con pagos